¿Sabes bien quién eres?

Serie:
“Habla… está vez escucharé”
Sangolquí, 28 de febrero del 2010
Tema:
“¿Sabes bien quién eres?”
Pastor Donald García
Apocalipsis 3: 14-22
¿Por qué esta serie de mensajes? Porque como pastores convencidos que el Apocalipsis es revelación del Señor para su iglesia (Apocalipsis1:1-2). Y está revelación trae esperanza y bendición sobre todos aquellos que la escuchan, meditan y ponen por obra (Apocalipsis 1:3).
Los mensajes a las siete iglesias del Asia menor, tienen una misma estructura literaria. Inician con una presentación de algunos atributos o virtudes del Señor, después el Señor elogia unas de las virtudes de la iglesia en mención, se continúa con las exaltaciones de Dios para la iglesia, acompañado de una invitación al arrepentimiento y finaliza con la declaración de una bendición escatológica. “YO CONOZCO TUS OBRAS”… como queriendo decir “Yo sé bien quién eres tú”. El Señor que conoce nuestras obras y pensamientos sabe perfectamente quienes somos.
La pregunta ahora es: ¿Sabes tú quién eres?
El mensaje de la iglesia en Laodicea (fundada posiblemente por un discípulo del apóstol Pablo llamado Epafras) nos reta a cuestionarios eso. ¿Sabemos bien quienes somos?.
Los cristianos en la iglesia de Laodicea habían caído en un grave error. Tenían una imagen de sí mismos muy distorsionada de la realidad. ¿Por qué cayeron en auto engaño?
• Por su relación mediocre con el Señor (Ap. 3:15-16)
• Por sus riquezas materiales (Ap. 3:17a)
Pero Dios que es misericordioso, que habla a tiempo y que ama con amor eterno les hace ver su verdadera condición. Porque Dios cuando corrige y disciplina lo hace con amor (Ap. 3:19; Heb 12:6), por eso cuando el señor te reprenda con su palabra o te incomode respeto algún asunto en el que tu sabes que has fallado, agradécele al Señor porque aún eres importante para ÉL, porque su amor no a menguado sobre tu vida. Preocúpate cuando peques y no sientas remordimiento, preocúpate cuando sientas indiferencia delante de Dios y su palabra.
Por amor Dios le da tres consejos a la iglesia en Laodicea, en base a sus tres necesidades principales (Ap. 3: 17b)
• Su pobreza espiritual (ellos aunque eran ricos materialmente, espiritualmente estaba en banca rota)
• Su ceguera espiritual (ciegos e incapaces de ver su condición espiritual)
• Su desnudez espiritual (para el Señor, no era que ellos hubieran manchado sus vestiduras blancas, ellos ni si quiera tenían vestiduras).
El señor en sus consejos utiliza elementos que ellos conocían muy bien.
• Oro refinado para volverse ricos (Ap. 3:18a)
• Vestiduras blancas para vestirse (Ap. 3:18b)
• Ungir con colirio sus ojos para recobrar la buena visión (Ap. 3:18c)
CONCLUSIÓN:
Está serie se tituló SEÑOR HABLA… ESTA VEZ ESCUCHARÉ. (Ap. 3:20) el Señor sigue hablando… pero también sigue esperando que alguien escuche su voz y reaccione; alguien que le abra la puerta de su corazón y le invite a pasar, porque Dios quiere entrar en esa vida y compartir un maravillosos banquete con Él.